Un día apareció en nuestra consulta una mamá con su hijo, que llevaba dos años en un centro para pronunciar la r, después del verano se dieron cuenta que su hijo trabajaba con una psicopedagoga y no con una logopeda.

Así que decidieron venir a nuestro centro. hicimos una valoración y comprobamos que no había problemas de lenguaje, como les habían insinuado y que sólo se trataba de un trastorno del sonido.

Así que empezamos a trabajar con él, una vez por semana con nuestros ejercicios y con pautas en casa. Punto y modo con sonido, sílabas, palabras, frases…. Hicimos ejercicios con el z-vibe.

Buscamos la aproximante, después la vibración y de repente un día después de 4 meses de trabajo, con navidades y otras fiestas en medio, el niño de 7 años me mira y me dice: «Anna, ¿tengo que poner la lengua aquí y vibrar así?»

Y apareció el sonido, se puso tan contento. Me decía he practicado mucho en casa, y se fue después de la sesión muy feliz enseñándole a su padre como le salía el sonido. Corriendo llamé a su madre y le dije cuando llegué pregúntale.

Al rato me llamó muy agradecida por el trabajo. Y así continuamos unas sesiones más para generalizar el sonido.

Ahora ya es alta y estamos muy contentas por todo su trabajo y esfuerzo. De vez en cuando lo vemos cuando viene a buscar a su hermano que está trabajando con nosotras, y nos enseña lo bien que le sale el sonido.

r

Deja una respuesta