¿Cómo ayudar a gestionar los enfados de los peques?
El enfado es una emoción básica que sentimos todos. Sin embargo, cuando se pierde el control, el enojo se vuelve destructivo. ¿Cómo ayudar a los más pequeños a llevar esta emoción? El enfado puede suponer para los niños problemas con la familia y los compañeros, y puede repercutir en el rendimiento escolar. Al igual que otras emociones, el enfado va acompañado de cambios fisiológicos; tanto la frecuencia cardíaca como la presión arterial pueden aumentar. El enojo puede deberse tanto a hechos internos como externos. Un niño, por ejemplo, puede enojarse porque siente que sus dibujos no son tan buenos (interno), o bien porque un amigo lo ha empujado (externo). La manera natural de expresar el enojo consiste en responder de forma agresiva. Es la respuesta intuitiva ante la percepción de amenazas físicas o verbales. Sin embargo, responder agresivamente a cada situación de amenaza no es sano ni seguro . La violencia acarrea problemas sociales, dificultades con la familia y un daño físico o emocional.…