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¿Cómo ayudar a gestionar los enfados de los peques?

El enfado es una emoción básica que sentimos todos. Sin embargo, cuando se pierde el control, el enojo se vuelve destructivo. ¿Cómo ayudar a los más pequeños a llevar esta emoción? El enfado puede suponer para los niños problemas con la familia y los compañeros, y puede repercutir en el rendimiento escolar. Al igual que otras emociones, el enfado va acompañado de cambios fisiológicos; tanto la frecuencia cardíaca como la presión arterial pueden aumentar. El enojo puede deberse tanto a hechos internos como externos. Un niño, por ejemplo, puede enojarse porque siente que sus dibujos  no son tan buenos (interno), o bien porque un amigo lo ha empujado (externo). La manera natural de expresar el enojo consiste en responder de forma agresiva. Es la respuesta intuitiva ante la percepción de amenazas físicas o verbales. Sin embargo, responder agresivamente a cada situación de amenaza no es sano ni seguro . La violencia acarrea problemas sociales, dificultades con la familia y un daño físico o emocional. Por lo tanto, es importante enseñar a los pequeños, formas saludables de controlar su ira.

¿Qué pueden hacer los padres?

  • Ayudar  a desarrollar la empatía . Por ejemplo, le puedes preguntar a tu hijo: “¿Cómo piensas que se puede sentir Carla cuando le gritas y le quitas su juguete?” o “¿Cómo te sentirías tú si Pablo te hiciera lo mismo?”.
  • Enseñar que puede admitirse cualquier sentimiento pero no cualquier comportamiento. Es decir, uno puede sentirse frustrado, pero no por ello puede golpear, patear o agarrar a otro para expresar lo que siente.
  • El enfado puede ser una oportunidad para aprender. Cuando notes que tu hijo mantiene la calma ante una situación irritante, remárcalo y felicítalo. En cambio, si notas que no controla bien el enfado, acércate para ayudarle a resolver el problema. Pregúntale, por ejemplo, qué podría hacer la próxima vez que le suceda algo que suscite su enfado. Ayúdale a encontrar opciones como “avisar a un adulto” o “dar la espalda”, y luego aliéntalo a que la próxima vez reaccione eligiendo una de estas formas socialmente aceptadas.
  • Ayudar a desarrollar hábitos de control efectivo del estrés para evitar exabruptos de ira. Pídeles que piensen y participen regularmente en actividades positivas, como hacer ejercicio, leer, escuchar música, etc., que los mantengan alejados de aquello que los irrita.
  • Ayudar a realizar  inspiraciones profundas antes de reaccionar agresivamente cuando están enfadados.

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Yo y los demás. Yo, con los demás

En la vida cotidiana estamos continuamente interactuando con otras personas. Así creamos vínculos y lazos que nos ayudan a formar parte del grupo y de la sociedad. Actuamos y reaccionamos en relación a los otros, pero no de cualquier manera, sino según unas pautas de comportamiento que nos indican cómo actuar en las diferentes situaciones de nuestra vida. Su observación y la repetición en sociedad es lo que nos permite aprender-las e internalizarlas para que cuando se produzca una u otra situación, no estemos desprevenidos y sepamos cómo actuar de acuerdo a lo que la sociedad espera de nosotros.

Los niños y niñas con TEA tienen alterada la capacidad para comprender las reglas sociales, teniendo dificultades en entender a las personas; sus intenciones, sus estados emocionales, y su mundo mental. Esto hace que estos niños tengan una peculiar manera de relacionarse.

Estilos de interacción en los niños y niñas con TEA

Reservados

Son los niños y niñas que suelen estar en soledad. Tienden a rechazar activamente la relación que los demás les proponen. Suelen evitarla y normalmente son los que tienen más dificultades en la comunicación verbal y no verbal y alteraciones en la conducta.

Pasivos

Este estilo de interacción provoca en los niños y niñas que por sí solos no inician la interacción con los demás ni la siguen, pero si se los proponen responden a ella. Suelen ser dóciles en la relación, obedecen lo que otra persona les indica con órdenes sencillas y comprensibles. No obstante, su patrón de relación también está alterado y desviado del desarrollo común, presentando dificultades para hacer amigos, para entender la forma en que las personas se relacionan unas con otras … En definitiva, dificultades para una interacción social recíproca (emisor y receptor intercambian continuamente las funciones).

Activos pero extraños

Son los niños y niñas con TEA que no sólo responden a otras interacciones que se le ofrecen sino que también inician ellos mismos interacciones con otras personas, pero estas son extrañas, raras. No son las esperadas dentro de una relación natural. Por ejemplo, inician la interacción pero sólo con temas que son de su exclusivo interés, sin importarles el interés mostrado o no por los demás. También inician la interacción sin ser conscientes de la disposición de la otra persona, por ejemplo, sin comprender que la otra persona está ocupada hablando por teléfono o hablando directamente con otra persona.

Por lo tanto, las personas con TEA no es que no se relacionen con otras personas, que no quieran saber nada de ellas o incluso que las rechacen, sino que tienen dificultades en el proceso de interacción. Tienen alterada la capacidad para procesar la información sutil, compleja, pasajera y variada que caracteriza la información. Esto es así desde el inicio de la vida: el bebé procesa, sin haber tenido que aprender, de forma consciente, patrones de información sociales dados por su madre. Se caracterizan por ser sutiles, como una mirada, un tono de voz o una postura corporal de acercamiento complejos, se dan todos a la vez, pasajeros, cambian permanentemente a cada segundo y variados, no siempre que la madre se relaciona con su bebé lo hace de forma idéntica, son variadas.

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Confinamiento: oportunidad y reto

Estamos viviendo una situación mundial sin precedentes, llena de incógnitas y desconcierto para todos. Es normal el aumento del estrés durante este periodo, el flujo constante de noticias y de imágenes que recibimos en los diferentes medios de comunicación produce un gran efecto tanto en adultos como en los más pequeños de la casa. 

¿Cómo afecta al estado de ánimo?

El cambio en la rutina, unidos al aburrimiento y el aislamiento pueden producir que en los más pequeños se observe un aumento de rabietas, malas contestaciones, desobediencia, así como una mayor cantidad de peleas, especialmente entre hermanos.

Es normal que en este tiempo los niños aumenten las disputas y el roce con sus familiares debido a la falta de contacto con otros compañeros y la gran cantidad de tiempo que pasan con las mismas personas. Somos seres que necesitamos contacto, relacionarnos. Por suerte, la tecnología actual nos permite no desconectarnos por completo de nuestros seres más cercanos. Haced video-llamadas con familiares y con amigos. Dejad un rato para que se diviertan con juegos online que les permitan interaccionar, sobre todo aquellos en los que puedan hablar y escuchar sus voces, incluso aquellos que permitan verse. ¡Aprovechad estas herramientas!

Además, es muy importante no olvidar que los niños también tienen sus preocupaciones y miedos frente a esta situación. Debemos darles un espacio de comunicación, sin saturarlos de toda la información. Todo en su justa medida. Dejar de estar pendiente las 24 horas del día de las noticias ayudará tanto a los más pequeños como a los mayores. Debemos poder desconectar y vivir de la forma más saludable esta situación. En muchos casos, sus miedos y preocupaciones pueden ser expresados a partir de pesadillas o dificultades en el sueño.

¿Qué podemos hacer los papás?

Comprensión y escucha activa 🗣👂🏼

Será importante que seamos comprensivos dentro de esta difícil situación y podamos ser capaces de incluir a los más pequeños para que puedan ser conscientes y partícipes de lo que estamos viviendo. Su acogida será la mejor manera de calmarlos. Darles el espacio y la escucha de que puedan transmitir sus miedos y preguntar sobre la situación. Muchos no entenderán porque no pueden ir al cole, porque no pueden salir al parque o tal vez están preocupados por sus abuelos. Maneras en las que podéis trabajar estos sentimientos desde casa es a partir del juego. La plastelina y los dibujos pueden ser unos grandes aliados en estos momentos. En los próximos días también podréis encontrar en el blog un juego de emociones en familia que también os podrá permitir trabajar estos sentimientos.

Mantener la rutina 📚

El hecho de que los peques ahora no vayan al colegio y no realicen las actividades extraescolares habituales produce un aumento de estrés. La rutina ayuda a mantener una estabilidad y tranquilidad en los niños y por ello es importante que, en la medida de lo posible, podamos mantenerla. Por ejemplo, igual que muchos papás continúan trabajando desde casa, también podemos hacer lo mismo con los más pequeños. Establecer un calendario con horarios, levantarse temprano y aprovechar el rato que papá o mamá trabaja para ellos poder realizar los deberes del cole. 

Mantenerse activo ⚽️🧘🏼‍♀️🧘🏼‍♂️🏀

Además, sabemos que los peques de la casa están llenos de energía y en estos momentos es muy difícil poder canalizarla. Muchos de nuestros niños realizaban millones de actividades extraescolares y estando dentro de casa sentimos que van a estallar. Para ello es importante que puedan continuar realizando, en la medida de lo posible, ejercicios que anteriormente realizaban. Vivimos en la era digital y esto nos está ofreciendo un abanico de posibilidades que nos ayudan a hacer frente a esta situación. Existen diferentes plataformas como YouTube en las que podréis encontrar muchos ejercicios para que los pequeños puedan hacer deporte. También os aconsejo poder buscar actividades de yoga para niños, con las que podréis pasar un buen momento en el que canalizar toda la energía contenida y poder relajaros en familia.

Aprovechar la oportunidad 👧🏼👦🏻

Finalmente, demos la vuelta a esta situación y valoremos aquellos aspectos positivos que puede proporcionarnos. En el día a día muchas veces nos quejamos de no tener tiempo, de no poder aprovechar de la maravillosa época de cuando los niños son pequeños, sentimos que nos perdemos muchas cosas de ellos y ahora puede ser un gran momento para aprovecharla.

Aquí os dejo algunas ideas de actividades que podéis realizar en familia:

  • Juegos de mesa🎲. Qué mejor que una tarde en familia jugando, a las cartas, mímica…
  • Hacer postres🧁. Convertid a los pequeños en vuestros pinches de cocina, que ayuden a crear la masa, hacer forma a las galletas… puede ser un momento muy divertido.
  • Videojuegos🎮. Tal vez este puede ser el momento de que vuestros hijos os enseñen a jugar al Fortnite, o tal vez aprovechar para sacar el singstar y cantar unas canciones en familia.
  • Cine en familia🎞. Podéis plantear que cada uno de los miembros de la familia escoja una película e ir viendo día a día la seleccionada por cada miembro.

Desde estas líneas únicamente me queda despedirme y desearles lo mejor, no sin antes recordar que los pequeños de casa también hoy son los héroes que nos pueden hacer salir más pronto de esta situación, por tanto, contemos con ellos y démosle ese papel protagonista que se merecen.

Un saludo para todos y desde casa seguimos en contacto. ¡QUÉDATE EN CASA!

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Seguimos en línea

Ahora más que nunca hay que cuidarse y cuidar a los demás. Por eso nosotras hemos decidido por responsabilidad civil y social, cerrar el centro para poder contribuir a parar el coronavirus; pero no os dejamos, continuamos trabajando con sesiones en línea.

Después de más de 10 años, me ha costado mucho personalmente bajar las persianas durante estos 15 días pero creo que es la mejor decisión.

No hablemos de cosas tristes, os quiero contar algo nuevo, estamos trabajando en sesiones en línea, hace tiempo que usamos esta metodología, cuando no se puede realizar el tratamiento presencial por distancia u otras dificultades.

Desde el jueves hemos realizado diversas sesiones onlines con diferentes pacientes que presentan patologías diversas.

Y hemos de contar que estamos muy sorprendidas por la buena acogida de todos y por los buenos resultados que nos está dando.

A partir de ahora y hasta nueva orden, trabajaremos así ya que nos ayudará a seguir manteniendo contacto con nuestros pacientes, aunque sea virtual y también para poder dar pautas a otros que no optan por ella.

Las ventajas del trabajo en línea son muchas; puedes trabajar cómodamente desde el salón de casa, podemos utilizar material anticipado o compartir pantalla, podemos usar diferentes plataformas, aislarnos con cascos, movernos por la sala, etc.

Si tenéis cualquier duda podéis contactarnos por correo electrónico, whatsapp, llamada telefónica, redes sociales… Queremos ayudaros así que no dudéis

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Tornada a l’escola

Però els primers dies no. Que podem fer nosaltres? En primer lloc i el més important és estar atents. Estar atents no vol dir intervenir, ni ser xafarders.

Vol dir fixar-nos en com la nostra criatureta surt de casa, si té ganes d’anar o no al col·legi, com torna, si torna enfadat o malhumorat, o torna i ens explica moltes coses…

Estar atents vol dir anar recollint pistes i proves que ens anirà deixant abans que fem res. Perquè els infants estan nerviosos els primers dies de col·legi i, perquè negar-ho, mares, pares i famílies també.

I hem d’estar alerta, perquè no podem traspassa’ls-hi el nostre malestar. En cas que sospitem que ho pot estar passant malament, en un moment familiar agradable, podem fer preguntes que ens acostin al seu malestar.

Parlar que els inicis són complicats, que tots els alumnes deuen estar més o menys igual..

. Sovint ens agradaria que els nostres fills i filles vinguessin amb un descodificador que ens pogués ajudar a entendre què els hi està passant.

I ja seria la bomba que, a més a més, vinguessin amb un teclat on poder introduir-hi ordres, tals com dutxa’t, fes els deures, para la taula, estudia, dorm, tranquil·litza’t… i ens fessin cas!

Però a aquestes altures ja ens n’hem adonat que no és així, oi? Com a nucli familiar hem de ser capaços de generar un bon ambient, que sigui confortable, reparador, càlid…

És fàcil queixar-nos que els menudets, o no tan menudets, ho posen molt complicat, i que sembla que el que vulguin és treure’ns de polleguera, però no és així.

Una rabieta, un enfado, anar-se’n a l’habitació i no voler parlar amb ningú, enfadar-se perquè no pot portar la roba que ella vol o la multitud de situacions que ens crispen en el fons són una demanda d’amor. Tota demanda és una demanda d’amor.

Estima’m, accepta’m! I és cert que nosaltres ens estimem amb bogeria als nostres fills i filles, però no n’hi ha prou amb això. Cal que ho sàpiguen, que ho sentin, que ho escoltin.

Per això és important que a casa hi hagi un bon ambient, un ambient on, per més que l’intenti trencar amb crits i cops de porta, sempre serà un ambient d’estima i de protecció. I no és fàcil.

Perquè nosaltres també som persones i tenim els nostres sentiments i les nostres emocions.

I també ens enfadem i perdem la paciència. I aquí està l’àrdua tasca: No projectar aquests sentiments als nostres fills i filles.

De mica en mica s’anirà creant un ambient de confiança i, en lloc d’actuar els malestars i les ansietats, les podem parlar.

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Sobre la identitat

Com es construeix una identitat? Qui sóc, com sóc, com em veuen les altres persones? Qui més qui menys, alguna vegada tothom s’ha fet aquestes preguntes.

La resposta no és fàcil ni simple, però ens permetrem un espai de reflexió per aclarir algunes temes al voltant de la identitat, i quins agents influeixen alhora de construir-la. J

o, sóc jo, perquè no sóc tu.

Quan la mare està embarassada del fill, units pel cordó umbilical, on acaba la mare i on comença el fill? Es nodreix de la mare i es relaciona amb el món a través de la mare.

Per tant, sobretot als primers mesos de vida, no està gens clar que és el Jo (mare) i que és el tu (fill).

Aquest procés de diferenciació jo-tu comença en els últims moments de l’embaràs, però és quan es talla el cordó umbilical el moment on tenim dos individus clarament diferenciats.

La diferència on comença un i on acaba l’altre és clara. Però seria agosarat pensar que el nounat ja sap qui és ell i té consciència sobre ell mateix.

De fet, els primers mesos de vida el procés de maduració passa exactament per descobrir on acaba el teu cos, on acabes tu. Com el gat que dóna voltes sobre si mateix pensant-se que la seva cua es un joguet i, quan per fi la caça, descobreix que si la mossega li fa mal.

El nadó farà exactament el mateix. Es posarà la mà a la boca, s’anirà tocant els peus per veure fins on arria, es tocarà el cabell…

En resum, s’anirà explorant a ell mateix. És probable que el nadó els primers mesos de vida pensi que el pit de la mare és seu. Perquè només ha de tenir gana perquè el pit aparegui i l’alimenti.

El pensament primitiu és precisament, el temps d’espera entre la necessitat i la satisfacció d’aquesta. És durant aquest lapse de temps que el nadó començarà a fantasiejar (“quien hambre tiene con pan sueña”).

Aquest fantasieig s’anirà contrastant amb la realitat (principi de realitat) i, a poc a poc, s’anirà agafant consciència d’un mateix i del món que l’envolta.

Tot això que té a veure amb la identitat? Quan mare i nadó estan connectats, són un ésser indivisible, la manera en què la mare, pensa, escolta en definitiva, viu la vivència d’estar embarassada afectarà la identitat del nadó. És el que en diem experiències perinatals.

Un cop s’hagin separat, el procés serà exactament el mateix. La manera en què els progenitors i cuidadors ens pensin, la manera en què actuïn amb nosaltres ens anirà marcant la manera com som.

D’aquesta manera, perquè una persona arribi a tenir una identitat pròpia algú l’ha d’investir. L’ha de dotar de la categoria de persona a través de la relació, l’ha de reconèixer com a persona.

Jo sóc jo perquè no sóc tu. I tu i jo ens construïm a través de mirar-nos als ulls i veure que en algunes coses ens semblem i en altres no. És molt important no etiquetar els infants quan són petits en categories com: Rebels, desastres, maldestres, despistats…

Perquè els estem no només encasellant en una identitat, sinó que a més a més aquesta és negativa.

La millor manera de generar una identitat positiva i egosintònica (amb consonància amb l’ego, el jo) és entenent que la ràbia de la teva criatureta no et destruirà, que plor desesperat no serà per sempre i que la rabieta al súper, a part d’una mica de vergonya no és un altre reclam que estima’m!

Les emocions són i són per alguna cosa. Ser capaços de no desesperar-nos quan les emocions envaeixen a l’infant i seguir amb el xiuxiueig a cau d’orella mentre l’agafem en braços per consolar-lo és la millor manera que l’infant vegi que no és dolent i que el que sent és normal, freqüent i no destructor.